Los tiempos.
Habían transcurrido sólo algunas horas del conocimiento de una conjunción de muertes ilustres en el campo internacional de la literatura - Jules Romains, Americo Castro, Max Aub cuando el recinto con artesonados art noveau de Almirante Simpson 7, (recinto de la Sociedad de Escritores de Chile); se vio invadido por una concurrencia contrita y crepuscularia.
Volvía a la vieja casa, ahora yacente, sin la peculiaridad de sus alegres risotadas de antaño, la escritora María Lefebre.
Según el poeta y ensayista Ferrero, que perteneció a mesnadas bohemias de María Lefebre, junto a Teófilo Cid, Víctor Sánchez Ogaz (Dámaso Ogaz), Manolo Rueda, Ramoné Reyna, Carlos de Rokha, Germán Montero, Israel Roa, Vicente Peredo, Irma Astorga, Andrés Sabella y Hugo Goldsack.
- «El delicioso encanto de María nos permitía vivir una vida adánica, despreocupada, siempre en trance de humor y de aventura»:
- «En el corto sueño de la vida, el breve sueño de la poesía: con sus ángeles y con sus gorriones, como en Teillier»
Filebo. Las últimas Noticias, 1972