BAJO EL NAIPE DE LA SUERTE Para María Lefebre No te has ido todavía,tu voz disuelve lo oscuroy vuela en...
Una noche para recordar y homenajear a la gran tarotista, periodista y animadora de la bohemia...
Mirarte en fotografías… me hace volar, me hace pensar en toda tu vida, hasta en los ruidos que...
Estando Alberto de Cónsul de Chile en Marsella, se aprontaba a celebrar el 18 de septiembre, cuando en vísperas de tal magno día, golpearon a la
Sonó la campanilla del teléfono, apenas se oía la voz del médico-poeta Alejandro Reyes, quien hablaba desde la Estación del Puerto
Bajo la dirección de Alfonso Toledo, entusiasta colaborador de todos los adelantos de Limache, se había formado un grupo de artistas campesinos, amantes
Siempre con Andrés, teníamos algún programa de festejos; ésta vez le tocó a una publicación suya que acababa de salir a la
Ángel Cruchaga y su simpatiquísima mujer Albertina Azócar, habían volado desde Pei-ping, atravesando gran parte de Asia y Europa, viaje
Carlos Barella, me relató que cuando niño en Valparaíso, fue alumno de Mr. Stockins en su colegio del Cerro Alegre, de ese puerto. Mr. Stockins
David Perry, el bizarro sonetista de “Los Témpanos Errantes”, habituaba a vagabundear después de las comidas, a las que se unían
A mi arribo al puerto de Corral, me enteré que Gabriela se encontraba en Valdivia.
Traía de Punta Arenas una carta
Después de una conferencia que dio en Valparaíso, don Jacinto Benavente pidió un automóvil para regresar al hotel.
A la Sección Visitación de Imprentas de la Biblioteca Nacional, llegó Manuel Rojas, Premio Nacional de Literatura y preguntó en su forma
Luis dijo a su madre: - Ya no estudio más. Dile a mi tío que me dé un puesto en la Gobernación.
Su
Había sido la chispa de la fiesta, todos lamentaban las escasas horas que Lucho disponía antes de la función de la tarde. Tenía que regresar impajaritablemente. Arturo
Mujer fecunda y escritora vigorosa. Winett explora los campos miríficos del subjetivismo y de la fantasía. Sus poemas han sido difundidos por todos los
A la puerta del “Black and White” conocí al gran Manolo Segalá, poeta y pintor catalán. Lo convertí en feligrés de la
Invitada por Gabriela Mistral, Olga llegó a Italia. Cumplía con esto uno de sus más caros anhelos; continuar su viaje y ver a su amiga, con quien
El “huaco” Chávez, a quien conocí en Valparaíso, era famoso por sus divertidas ocurrencias. Después del éxito de
La Gran Avenida llevaba a la casa de Pablo y Winett de Rokha. En una de sus calles transversales, tenían una quinta; en la quinta, un sauce; bajo él una
Iba de chambergo y corbata flotante. Por su atuendo fuera de lo común me extrañó no conocerlo. Subió al tranvía que me llevaba al
Pedro, conociendo los gustos de su amigo, el pintor Juan Francisco González, lo invitó a cenar a su casa. Una fuente, con hermosas lechugas adornaba la
Éramos cinco, Fernando, Eliana y yo, y los poetas Carlos Barella y Pedro Sienna, eufórico, esa noche tenía una cita de amor, lucía
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