BAJO EL NAIPE DE LA SUERTE Para María Lefebre No te has ido todavía,tu voz disuelve lo oscuroy vuela en...
Una noche para recordar y homenajear a la gran tarotista, periodista y animadora de la bohemia...
Mirarte en fotografías… me hace volar, me hace pensar en toda tu vida, hasta en los ruidos que...
El querido maestro tiene su casa en San Bernardo, donde con sus propias manos y en compañía de su discípulo Ricardo Rodríguez,
Apremiado por su angustiosa situación económica, Pacha solicitó mi cooperación: hablar con algunos amigos para que mandaran hacer sus
Siempre con Andrés, teníamos algún programa de festejos; ésta vez le tocó a una publicación suya que acababa de salir a la
Aníbal Campos Parra, más conocido con el nombre de “Holiken” (Oly Kemps), fue la primera persona que hizo strip tease en plena calle y de
Me encontré con Camilo a bordo del vapor Magallanes, le conté de la salida de mis poemas en España y le obsequié la revista
Siempre que venía al puerto visitaba nuestra casa en el Cerro Castillo de Viña del Mar. Esta vez trataba de mantener su estabilidad, venía
Fernando se tambaleó, trató de tomarse de una de las pilastras del templo de San Agustín, quiso abarcarla entera con sus brazos, ¡no
“Wu Meigh Ling” se estableció en Lima. Discípula de Foujitas y de los grandes maestros orientales. A ella llegó Fernando Rojas con su
Isaías Cabezón, inició su carrera de éxitos en 1917, al ser premiado su afiche en el concurso de la fiesta primaveral en el día de
Con Julio, me unía una gran amistad. Pintó una tela para mí, sobre un mantel celeste un vaso con una flor siempre viva. En mis continuos viajes,
A Luis sus amigos le decían cariñosamente “el oso”. Su recia contextura, su mirada recelosa, su calmado andar como meditando sus pasos, y la
A la puerta del “Black and White” conocí al gran Manolo Segalá, poeta y pintor catalán. Lo convertí en feligrés de la
Visité a Mireya en 1943. Entre sus bien ponderadas telas destacaban doce pinturas de nueva técnica y de un maravilloso colorido y transparencia. Todas
Siempre fue parco en palabras. Partir o regresar, en él se confundían. Era el visitante que nos sorprende, el ausente del que nunca sabemos su
De visita en casa del coronel Emilio Bravo, en Viña del Mar, admiraba tres cuadros colgados en los muros de su salón, y al indagar datos sobre su autor,
Cuenta Waldo Vila.
En cierta ocasión, mi maestro Juan Francisco González nos llevó a Laureano Guevara