Samuel, era un “cabrito”de 14 años cuando ingresó a la escuela de Bellas Artes. Su temperamento vivaz, no lo dejaba estarse quieto mucho tiempo. Un día bajando a saltos una de las escaleras, casi derribó al maestro Abelardo Bustamante (Paschin), que en ese momento subía a dar su clase. Paschin con toda calma le preguntó:
Niñito ¿qué andas haciendo por la escuela?.
Samuel descubriéndose contestó: - estudio escultura señor.
Y ¿de dónde vienes?
De Rancagua, ahí vivimos.
¿Y tienes algunas tierras por esos lados?
Sí señor.
Regrese a su pueblo entonces niñito, cultive la tierra, eso es más productivo, por ahora déjese de majadear por las escaleras.
Samuel ahogó su ira y cediendo el paso al maestro regresó a su clase interrumpida, para trabajar con más fuerza que nunca. Pasaron los años. Samuel Rojas es hoy uno de los grandes escultores de América.