Su ademán no alcanzó a cubrir su rostro, y la indignada exclamación no detuvo el fogonazo del fotógrafo. Grave preocupación para Escilda, ¿qué diría su marido?.
Pasábamos unos momentos de tranquilidad en una conocida piscina. Su curvilínea figura despertó la curiosidad del fotógrafo, que sin detenerse a averiguar sus antecedentes de escritora, la retrató para adornar las páginas veraniegas.
Al día siguiente apareció la fotografía en “Las Ultimas Noticias”. No estaba mal; su silueta lucía perfecta. Rápidamente salió de la habitación pretextando quehaceres; su marido miraba el diario en busca de noticias.
- Oye Escilda; - sintió que la gritaban -, ven a ver, en el diario hay una mujer igualita a ti. Si no fuera por el traje...un tanto provocativo, diría que eres tú.